Capítulo Dosmilésimo quingentésimo nonagésimo noveno: “A fin de cuentas todo es un chiste”. (Charles Chaplin, 1889-1977; cineasta británico.)
Si supiéramos lo que nos espera no serían pocos los que se negarían a nacer. Pero claro, no solo no te avisan de lo que se te viene encima sino que, además, te engañan con una idea equivocada, muy equivocada, de lo que vas a ser. Para que piques.
Solo así se explica que los primeros meses de tu vida los pases en el vientre de tu madre, un sitio de lujo en plan resort de aguas termales en el que tienes un servicio de cáterin práctico, completo y perfecto, en el que ni tan siquiera tienes que hacer esfuerzo para comer y que encima es gratistotal. Es más, si tienes alguna queja y la manifiestas en plan hoja de reclamaciones pegando el correspondiente patadón en la barriga van ellas y se emocionan.
Si la primera impresión es lo que cuenta normal que pensemos que todo va a ser perfecto siempre. ¡Anda que si supiéramos de verdad lo que nos espera fuera!
