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2847. Martes, 29 marzo, 2016

 
Capítulo Dosmilésimo octingentésimo cuadragésimo séptimo: “La constancia es el arma de la debilidad” (Nicolás Maquiavelo, 1469-1527; diplomático italiano).

La verdad es que uno ya no sabe lo que piden, ni quien lo pide, ni quien lo tiene que pedir, ni si tienen que pedirlo, ni quien se tiene que ir, ni a qué sitio se tiene que ir, ni si han dado ya la orden de irse, ni qué hay que negociar, ni quién tiene que negociar, ni de dónde tienen que negociar, ni si ya están negociando. No se sabe nada. Uno está perplejo. Por alguna parte tiene que haber un viejo convenio, la parte secreta de un pacto, un montón de acuerdos de esos que siempre están a punto de expirar y no expiran nunca, algún convenio. !Qué se yo! Pero algo tiene que haber, eso seguro.

Luego dirán que pasamos de ellos. Burocracia de los cojones. Demasiada paciencia tenemos.