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2851. Lunes, 4 abril, 2016

 
Capítulo Dosmilésimo octingentésimo quincuagésimo primero: "Quién lo diría, los débiles de veras nunca se rinden”. (Mario Benedetti Farrugia, 1920 - 2009; escritor uruguayo).

Hetty Green nació un 21 de noviembre de 1835 en Massachussets (allá por los EE.UU.) en el seno de una familia muy rica.

Al cumplir los treinta años heredó de su padre y de una tía más de 10 millones de dólares. A partir de entonces, se dedicó a invertir meticulosamente su dinero y, al mismo tiempo, evitaba gastar innecesariamente en las cosas superfluas. Por ejemplo en la comida: hasta que su cuenta bancaria no pasó de los cuarenta millones de dólares (de entonces) su dieta consistió únicamente en un plato de puré de avena fría porque pensaba que calentarlo conllevaba un innecesario gasto. Y por lo tanto perfectamente evitable.

Su ahorro llegó hasta tal punto que a su hijo le tuvieron que amputar una pierna por culpa del tiempo que Hetty perdió en encontrar algún hospital en el que le que le atendiera gratuitamente. Cuando murió, el 3 de julio de 1916 en Nueva York, su fortuna rondaba los 100 millones de dólares de la época.

Y yo aquí, con tantas ideas para "invertir" y tan poco dinero para hacerlo. Dios da pan a quien no tiene dientes.