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2892. Miércoles, 8 junio, 2016

 
Capítulo Dosmilésimo octingentésimo nonagésimo segundo: “El truco está en asfixiar al príncipe hasta que se ponga azul”. (María Matea Martínez,  28 años, estudiante).

Pues sí, lo admito: he estado enganchado al asseyecontact. Y es que durante una época muy concreta me dio por el lado canalla y miraba culos sin parar. Fue difícil superar ese periodo, pero con voluntad, y tras comprobar que no llegaba a ningún lado, logré rehacer mi vida y reducirme a hombre de bien.

Aunque no del todo, lo reconozco, hay culos que me siguen causando reacciones difíciles de controlar (por cierto, pasmado me he quedado ahora al comprobar que una acepción tan clásica para definir el momento como empalmado no figura en la RAE) por más que al final los nervios me acaben traicionando y el príapo se despresurize con las prisas.

Aun así, mi debilidad por ciertos globos culares que no parecen nalgas sino mejillas permanece intacta. Uno siempre ha sido de gustos modestos.