Capítulo Dosmilésimo octingentésimo nonagésimo tercero: “El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura”. (Miguel de Unamuno, 1864 – 1936; escritor español).
Las modas, que se propagan con más rapidez que la mononucleosis en una borrachera de adolescentes, dicen que los pelos (o los
no pelos) son
tendencia. Hoy, en
peluchepráctico, pelos: consejos básicos.
Primero, nadie quiere ver un pelo asomándose por la nariz, y mucho menos que se pegue ahí un
mocasín. Hay pinzas. Duele, pero compensa. Atención extra a las axilas, está bien darle alguna pasada pero nunca (nunca) hay que cortarlo todo, las consecuencias son
im-presionantes. No dejarse barba y/o bigote si a uno salen
tres pelos. Y si salen más -y quieres dejarte barba- no es bueno hacerse trenzas, rulos o cosas por el estilo (no, no eres vikingo) y menos rasurarse figuritas (no, en ningún lado, tampoco ahí). Si uno se está quedando
pelón conviene no dejarse pelo de
queso oaxaca (basta acordarse de
Anasagasti). Y muy importante: no hacerse la
depilación brasileña. Estar en
borreceta con cierta edad no es cosa buena, pica y a no ser que tengas el cuerpo del
ronaldo no queda bien. Eso sí, una recortadita es más que conveniente, ya se sabe que con el
pasto corto la casa se ve más grande.