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2893. Jueves, 9 junio, 2016

 
Capítulo Dosmilésimo octingentésimo nonagésimo tercero: “El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura”. (Miguel de Unamuno, 1864 – 1936; escritor español).

Las modas, que se propagan con más rapidez que la mononucleosis en una borrachera de adolescentes, dicen que los pelos (o los no pelos) son tendencia. Hoy, en peluchepráctico, pelos: consejos básicos.

Primero, nadie quiere ver un pelo asomándose por la nariz, y mucho menos que se pegue ahí un mocasín. Hay pinzas. Duele, pero compensa. Atención extra a las axilas, está bien darle alguna pasada pero nunca (nunca) hay que cortarlo todo, las consecuencias son im-presionantes. No dejarse barba y/o bigote si a uno salen tres pelos. Y si salen más -y quieres dejarte barba- no es bueno hacerse trenzas, rulos o cosas por el estilo (no, no eres vikingo) y menos rasurarse figuritas (no, en ningún lado, tampoco ahí). Si uno se está quedando pelón conviene no dejarse pelo de queso oaxaca (basta acordarse de Anasagasti). Y muy importante: no hacerse la depilación brasileña. Estar en borreceta con cierta edad no es cosa buena, pica y a no ser que tengas el cuerpo del ronaldo no queda bien. Eso sí, una recortadita es más que conveniente, ya se sabe que con el pasto corto la casa se ve más grande.