Capítulo Dosmilésimo noningentésimo vigésimo tercero: "Me aburren los ateos: siempre están hablando de Dios”. (Heinrich Böll, 1917 – 1985; escritor alemán).
No parece que la que nos ha tocado
deserie sea una de las de las peores, al menos viendo cómo funcionan otras
religiones por esos mundos. Y sin embargo pierde seguidores a manos llenas. No soy nadie, incrédulo convencido de todo tipo de convencimientos espirituales de esos, para dar consejos de cómo pueden conseguir más afiliados ahora que no les funciona demasiado bien eso del
cielo y del
infierno, pero no estaría mal que los señores que mandan en la
iglesia le echaran un vistazo a la historia y adoptaran algunas costumbres que otras religiones tuvieron y las incorporaran a su
programa.
Un ejemplo, los
romanos, esos chicos tan cultos, tan inteligentes, tan avanzados y todas esas cosas, tenían en su calendario 200
-(doscientos) - (dos cero cero) - (ce, ce que dirían ellos)- días festivos al año, días en los que su religión les prohibía realizar trabajo alguno.
Aquí hay uno que se iba a convertir en un fanático religioso
en menos que canta un gallo, cumpliendo escrupulosamente y al pie de la letra esos
preceptos, y lo que es mejor, lo haría completamente convencido y con una fe a prueba de bombas.