Capítulo Tresmilésimo ducentésimo decimosexto: “Si esto no contiene ningún sentido, ello nos ahorra una buena porción de trabajo, puesto que entonces no necesitamos buscar ninguno”. (Conejo blanco, Alicia en el País de las Maravillas; 1865).
Si pudiese aprovecharse la hiperactividad de los críos en las vacaciones de Navidad seríamos la primera potencia energética mundial. Es verdad que los niños son niños y que no se puede luchar contra los elementos, pero no está de más recordar a sus progenitores que una de las normas básicas para educarlos -y que se “comporten”- es enseñarles que no deben hablar con desconocidos.
Partiendo de tan acertado consejo, una petición. Por favor, por favor, recordarle encarecidamente a vuestros hijos que no hablen con extraños. No sabéis lo coñazo que resultan los niños cuando lo hacen.
