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3029. Martes, 7 febrero, 2017
Capítulo Tresmilésimo vigésimo noveno: “Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos". (Confucio, 551 a.C. -479 a.C.; filósofo chino).
Una empresa californiana vende bolsas de hielo, con 50 cubitos, por el módico precio de 325 dólares. A diferencia de los hielos tradicionales que se fabrican en máquina, estos hielos, hechos con con agua traída especialmente de Europa, son tallados a mano, duran unos 40 minutos dentro de la copa, no tienen impurezas y están protegidos por un envoltorio totalmente hermético que evita el paso de microbios.
En España tenemos al inventor de la fregona, pero hay que reconocer que inventando los americanos nos pasan por encima cincuenta veces. Sobre todo si son tan cosas prácticas, Porque, a ver, siendo sinceros, ¿puede haber algo más necesario que comprar estas bolsas de hielo? Evidentemente, no.
3028. Lunes, 6 febrero 2017
Capítulo Tresmilésimo vigésimo octavo: “Eso de que el dinero no da la felicidad son voces que hacen correr los ricos para que no los envidien demasiado los pobres". (Jacinto Benavente, 1866-1954; dramaturgo español).
Siempre ha habido pobres y ricos. Incluso hoy. Es fácil distinguirlos. Ricos son aquellos que -pudiendo- no quieren ser pobres. Pobres son aquellos que -aun queriendo- no pueden ser ricos. Los ricos trabajan por amor. Los pobres, por dinero. Los pobres tienen una obsesión: trabajar mucho para ganar algún dinero y, de esta manera sentirse menos pobres. Los ricos estimulan a los pobres para que trabajen mucho y ganen dinero produciendo las cosas que han de comprar para sentirse menos pobres. Así, el pobre trabaja, gana dinero y compra cosas. Es decir, el pobre trabaja y se desdineriza ayudado por el rico que se endineriza con el dinero resultante de vender al pobre aquellos productos que el pobre fabrica en las factorías del rico.
Los lunes tengo que dejar de pensar, tengo que dejar de pensar, tengo que dejar de pensar...
3027. Viernes, 3 febrero 2017
Capítulo Tresmilésimo vigésimo séptimo: “- ¿Quieres salir conmigo? - Mmmmm... Mejor sal tu primero".
Un servidor, que solo ha visto ese tipo de cine por una cuestión de interés científico (evidentemente) ha notado como en las pelisguarras americanas los miembros de los varones son bastante diferentes al propio. Y no lo digo por el tamaño (silbo y miro al techo) sino porque prácticamente ninguno tiene prepucio. Siendo la circuncisión propia de culturas islámicas y judaicas tampoco debería ser tan normal que en un pueblo tan multicultural tres de cada cuatro hombres no tengan prepucio (ni pucio ni postpucio). Pues resulta que la culpa la tiene el señor de los cereales, el Kellogs, (y los que le hicieron caso) empeñado en promocionar la circuncisión como remedio para lo que consideraba como la "epidemia de la masturbación" y sus fatales consecuencias (ceguera, locura...)
Él se lo perdió (lo malo es que se lo hizo perder a muchos otros) porque el autoamor es un acto completamente normal. Y sano. Alivia el estrés, da placer, y apenas tiene contraindicaciones: no es posible llegar a masturbarse demasiado, si acaso sí hacerlo demasiado fuerte (en casos extremos se han registrado fracturas de pene o arterias dañadas). Además, parece que la masturbación habitual puede reducir el riesgo de cáncer de próstata (un cáncer en los que curiosamente la incidencia en las mujeres es de un 0% !enhorabuena!).
Por cierto ¿quién dijo que masturbarse tiene que ser un placer solitario?
3026. Jueves, 2 febrero, 2016
Capítulo Tresmilésimo vigésimo sexto: “Al menos que te valores a ti mismo, no valorarás tu tiempo. Al menos que valores tu tiempo, no harás nada con el” (Morgan Scott, 1936 – 2005; psiquiatra estadounidense).
Es verdad que hay mucho peligro en esos ciclistas (caso todos) que van como si estuvieran en un circuito de fórmula1, pero no son los únicos que van por las aceras comportándose como si fueran los reyes del mambo. Sales despistado, con la legeña puesta y como te descuides puedes ser arrollado por algún running de esos (que ya les vale con la palabrita) que viene canturreando con sus cascos puestos como si no hubiera un mañana, o por algún ejecutivo de traje con soberbia desaforada que va como si estuviera en los juegos olímpicos pensando en los 456 correos que tiene que mandar antes de la ocho y media. Para ellos los peatones somos invisibles.
Muy sanos, muy ecologistas, muy saludables, muy demoda… pero de respeto a los demás… lo justito. Por decir algo. Y ya no nos suelda la cadera.
3025. Miércoles, 1 febrero, 2017
Capítulo Tresmilésimo vigésimo quinto: “El que tiene fe en sí mismo no necesita que los demás crean en él”. (Miguel de Unamuno, 1864 – 1936, escritor español).
En Venezuela la "teta" es un tipo de helado artesanal. Posiblemente el nombre nada tenga que ver con la idea de que ambas cosas, para sacarle todo el sabor, deben chuparse (salvo otras indicaciones) despacio y de manera suave. Aunque no estaría de más que así fuera.
Y es que hay quien, cuando se enfrenta a un pezón, lo centrifuga como si de una lavadora se tratara. Tampoco es un chupete. Tiene miles de terminaciones nerviosas por lo que un beso suave estaría bien como primera toma de contacto dejando, al menos en principio, los dientes para una mejor ocasión (se trata de gemir de placer, no de dolor).
A partir de ahí, con un poco de iniciativa y unos buenos lametazos - sin pasarse, que no es una cabeza de gamba- todo estará en marcha para conseguirle el mejor pezongarsmo de su vida.
Difícil, pero al menos está asegurado lo de disfrutar intentándolo.
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