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3242. Viernes, 2 febrero, 2018

 
Capítulo Tresmilésimo ducentésimo cuadragésimo segundo: " Después de tragos y fiesta, mira bien con quien te acuestas” (Proverbio colombiano).

Un señor de la Universidad de Singapur, muy listo él, ha inventado una copa -a la que ha bautizado como Vocktail (listo puede, original como que no)- capaz de hacerte creer que estás bebiendo algo que no tiene nada que ver con lo que bebes. El invento, que se maneja (!cómo no!) con una aplicación, se basa en tres pilares. El primero consiste en alterar el color del líquido mediante una serie de leds incorporados. El segundo, en activar las papilas gustativas de los sabores básicos (dulce, salado o amargo) gracias a unos diminutos electrodos colocados en el borde de la copa. Y el tercero en liberar el aroma adecuado a través de una pequeña cápsula adosada. Todo a gusto del consumidor.

Lo mejor, (aparte de la salud y esas zarandajas): aunque estás bebiendo agua te está sabiendo a vino, vodka o champagne del mejor. Lo peor, las pocas oportunidades que tenemos los feos y/o viejos de ligar con algo apetecible van a caer, evidentemente, en picado.