-   


  

3283. Jueves, 12 abril, 2018

 
Capítulo Tresmilésimo ducentésimo octogésimo tercero: “Todo lo que veáis por ahí tirado es mío”. (Diógenes).

Hay sencillos trucos que, ante problemas normales y por raros que parezcan, funcionan. Por ejemplo, contra la resaca. En Mongolia es costumbre beber el globo ocular (ojo) de una oveja en un vaso de zumo de tomate. Sin llegar a esos límites, hoy, en una ¡edición especial! de peluchepráctico. Soluciones rápidas ante pequeños desastres cotidianos.

Algo tan normal como cortarse con un papel se arregla poniéndole una gota de superglue, crea una costra que se quita cuando crece el tejido nuevo. Al fin y al cabo para eso se inventó. Un esparadrapo ultrapegajoso se desprende casi solo frotándolo con mantequilla de cacahuete. Y se acabaron los pequeños recortes de papeldeculo cada vez que uno se afeita y se le queda la cara como si le hubiera arañado fredikruger, ponerse un ratito un cubito de hielo es la solución más rápida... y además invisible.

Para los granos, mojar un trozo de algodón en vodka y aplicar. Un elixir bacteriano como el listerine también sirve, no es lo mismo, pero sirve. Por cierto con vodka o ginebra en un algodón se limpian perfectamente el ratón y el teclado del ordenador. Y ya de paso echar un tragito, que trabajar siempre cansa.

Lo mejor para que una hamburguesa no chorree es comérsela al revés. La parte superior es más gorda y absorbe mejor la salsa, por lo que se caerá. También comer la tostada por el otro lado de donde está untada la mantequilla, la nocilla -o lo que sea que uno coma- pegado al pan, tiene su punto. Sabe mejor.

!Ahhh! y hacerse cosquillas en el paladar con la punta de la lengua es mano de santo para no estornudar... que hay situaciones en las que por un mísero pelo te da ganas de hacerlo y acabas causando un desastre en lo que tengas enfrente, corriendo el riesgo de quedarte sin final. Y eso no es bueno.