-   


  

3308. Martes, 22 mayo, 2018

 
Capítulo Tresmilésimo tricentésimo octavo: “A medida que me hago mayor, presto menos atención a lo que dicen los hombres. Simplemente veo lo que hacen”. (Andrew Carnegie,1835 - 1919; empresario británico).

Aparatos abdominalizadores de la teletienda, reemplazar las comidas sólidas por seis capuccinos al día, practicar yoga en plan hip-hopero o lanzarse a la aventura (en una clínica privada de Zurich dicen realizar una surrealista operación que consiste en reemplazar el estómago de humano por uno de gato)... las opciones para adelgazar rápidamente son tantas como ideas se les ocurren a los genios del marketing.

Un servidor quiere poner su granito de arena con la nueva maravilla para perder peso: unas simples botas de agua, cada una con 20 kilos de lastre en su correspondiente suela, y además unidas por una cadena de metro y medio que obliguen a mover las piernas más rápido si uno quiere ir pelín más deprisa. Si corres con ellas 50 kilómetros diarios el resultado es im-presionante. Mano de santo. Y ya si te pones la música de rocky de fondo, la motivación está más que asegurada.