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3346. Viernes, 13 julio, 2018

 
Capítulo Tresmilésimo tricentésimo cuadragésimo sexto: “Junio: viernes. Julio: sábado. Agosto: domingo. Septiembre: lunes. Y así es el verano.”.

Y lo único que encuentras son reposiciones de reposiciones de reposiciones de las series de televisión de esas que durante el año esperabas un capítulo nuevo como aguademayo. Y sobredosis de chulos de playa con camiseta de tirantes, minúsculos bañadores con la frase sexmachine en colores chillones y piel color naranjito, que además se empeñan en compartir sus gustos musicales a todo volumen con el resto de la humanidad. O invasión de guiris en sandalias con calcetines, tatuajes horteras y cogorzas antológicas que invaden todo lo invadible. Y niños salpicando, berreando, molestando, incordiando y mil andos más -todos malos- (que sí, que los niños serán el futuro pero a veces el futuro es pesado de narices). O ese imposible dormir cuando toca, que te tumbas a un lado, al otro, y nada, mientras la habitación está más caliente que la cocina de un asador chino. Algo que inevitablemente lleva a dormirse sin querer al sol para pasarte después varios días recordando a las santasmadres de todo el gilibobo que ose tocar alguna parte del cuerpo. Sin olvidar a los millones de mosquitos con complejo de bólido de formula 1 que te adoptan como buffet libre. O a las inocentes medusas que con un simple roce hacen que no te importe que todo el que pueda te mee encima. !Bendita lluviadorada!

Así hasta el infinito y más allá, que todos sabemos lo espeluznantes y terroríficas que siempre son las vacaciones Y sin embargo, deseandito de empezarlas, algo que debería de ocurrir en unas eternas horas de nada. Está claro que algo de masocas tenemos.

Queda el piloto automático puesto. Espero volver el 16 de agosto. Mismo sitio, misma hora.