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04082018. De vacaciones, que siempre son mejores de lo que podrían ser.

 
Entre las muchas compañías estadounidenses que jugaron a dos bandas durante la II Guerra Mundial destaca Coca-Cola, que aun siendo la bebida estadounidense por antonomasia no renunció a su privilegiada posición en Alemania cuando se desataron las hostilidades entre los dos países. El universal refresco vendía unos cinco millones de botellas al año en el país germano, donde existían hasta 43 fábricas, y gozaba de una popularidad extraordinaria, hasta el punto de que muchos alemanes pensaban que se trataba de una bebida local.

Max Keith era el hombre a cargo de Coca-Cola GmbH, la filial alemana de la empresa, cuando a finales de 1941 se interrumpió definitivamente el suministro desde Estados Unidos del jarabe con el que se elaboraba el refresco. Ante esa tesitura, sin posibilidad de seguir elaborando Coca-Cola, Keith decidió inventar un nuevo producto. Así, a base de excedentes e ingredientes de baja calidad, nació la bebida que debía ocupar el hueco de la otra, la Fanta, abreviatura de la palabra Fantasie (“fantasía” en alemán). La nueva bebida triunfó. En un principio nadie pensaba que pudiera emular el éxito de su predecesora pero, al ser comercializada con el aval de Coca-Cola GmbH, el lanzamiento superó todas las expectativas, con tres millones de botellas vendidas en 1943, su primer año de vida.

Y además...

- Si se te olvida la letra en una canción -y siempre que la original suene de fondo-, se puede repetir todo el tiempo "mermelada". Los que escuchan solo se darán cuenta si leen los labios.