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12082018. De vacaciones, que siempre son mejores de lo que podrían ser.

 
En la actualidad el alfabeto cirílico se utiliza de manera oficial o meramente tradicional en varios países de la región euroasiática. Abjasio, baskir, bielorruso, bosnio, búlgaro, carelio, checheno, kazajo, kirguís, komi, kurdo, macedonio, mongol, osetio, ruso, rusino, serbocroata (y varios de sus dialectos), sakha, tártaro, tayiko, transnistrio (en la región de Moldavia), turkmeno, ucraniano y uzbeko, son algunas de las lenguas que utilizan como base para su escritura al alfabeto cirílico.

El origen de este alfabeto se remonta a la Edad Media, época donde el radicalismo religioso se usaba para la dominación territorial a través de la lengua. Justamente fue por esa cuestión religiosa por la que fue creado el antecesor del cirílico: el alfabeto glagolítico,(también llamado glagólitsa), el más antiguo de los alfabetos eslavos de los que se tiene registro y que, compuesto de 41 letras, es tradicionalmente atribuido a los santos Cirilo y Metodio, hermanos y apóstoles misioneros del Imperio bizantino. Su misión fue traducir la Biblia en latín a dialectos eslavos (de ahí que se les llamara los “Apóstoles de todos los eslavos”). Más tarde, por el siglo X, durante el Primer Imperio búlgaro, un “discípulo de los discípulos” de Cirilo y Metodio, Kliment Ohridski, combinó la caligrafía uncial griega (todo en mayúsculas) con el alfabeto glagolítico y algunas de sus “ligaduras” unas “ligaduras que no son más que signos formados por dos o más grafemas que pueden también escribirse por separado y que existen en casi todos los idiomas.

Por ejemplo, en francés la «a» y la «e»: æ; en alemán la «s» y «z»: ß; en español la «n» con tilde: ñ. Nació entonces el alfabeto cirílico en su forma arcaica y se le bautizó en honor a estos religiosos bizantinos. Sin embargo, a principios del siglo XVIII, el zar ruso Pedro “El Grande”, llegó para latinizar este asunto con la inclusión de la tipografía de la cultura occidental y de grafías como la «Я» la letra Ya-, una “erre” mayúscula viéndose en un espejo.

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