Capítulo Tresmilésimo tricentésimo quincuagésimo: “La autoridad de la moda es tal, que nos obliga a ser ridículos para no parecerlo”. (Joseph Sanial-Dubay, 1754 -1817; escritor francés)
¿Y qué personahumana con un mínimo de gusto y sensibilidad por la estética no se volvería loca ante semejantes hoyuelos?
Sobre todo pudiendo conseguirlos de una forma tan fácil. !Quién dijo que la belleza cuesta! !Bobadas!