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3489. Miércoles, 27 marzo, 2019

 
Capítulo Tresmilésimo cuadringentésimo octogésimo noveno: “Una palabra rara es, en una página, como un adoquín levantado en una calle”. (Wenceslao Fernández Flórez, 1885 – 1964; escritor español).

En todos los idiomas hay palabras muy descriptivas que, por su evidente rotundidad, dejan claro qué significan.

Ya no solo en el conocido inglés, en el que cuando se habla de un dogtor está claro que uno se refiere a un veterinario, o donde si chicken es pollo, es lógico pensar que un rechiken sea un repollo, sino en casi todos los idiomas. Ahí están a modo de ejemplo, suegra en griego: storvas, guardia civil en holandés: van derh verde, luna de miel en danés: desvirguemsen, o relámpago en alemán: nubesskrugem.

Aunque pocos tan descriptivos como el castellano para describir con toda la exactitud posible un gatillazo; nada más real, franco y sincero que el "te juro que es la primera vez que me pasa". Así, siempre con la verdad por delante.