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3535. Miércoles, 12 junio, 2019

 
Capítulo Tres milésimo quingentésimo trigésimo quinto: “He intentado hacerme una bebida de esas modernas, me he liado a echar cosas y me han salido unas lentejas estupendas”.

Tampoco hace tanto que rebobinábamos los casetes con el dedo o el bolígrafo (¿qué es un casete?); podíamos jugar al pinball en el ordenador y en la vida real en el mismo día; grabábamos con todo el cuidado del mundo un CD de música y el pecé pocas veces lo reconocía; tenías que elegir entre acceso a Internet o tener teléfono; había que esperar 19 días y quinientas noches para guardar o copiar algo, o cada dos por tres abrías la tapa de la bola del ratón para limpiarlo y encontrabas dentro más pelusa que en todos los ombligos del mundo juntos.

Y sobre todo, sobre todo, tampoco hace tanto que uno decidía bajarse una (¡una!) foto educativa y después de veinte horas aguantando el ruido infernal de módem, se cortaba en lo más interesante.

Que no hace tanto de eso, de verdad que no.