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4154. Miércoles 13 julio, 2022

 
Capítulo cuatromilésimo centésimo quingentésimo cuarto: “Junio: viernes. Julio: sábado. Agosto: domingo. Septiembre: lunes. Y así es el verano”.

Y lo único que encuentras son reposiciones de reposiciones de reposiciones de las series de televisión de esas que durante el año esperabas un capítulo nuevo como aguademayo. Y sobredosis de chulos de playa con camiseta de tirantes, minúsculos bañadores con la frase sexmachine en colores chillones y piel color naranjito, que además se empeñan en compartir sus gustos musicales a todo volumen con el resto de la humanidad. O invasión de guiris en sandalias con calcetines, tatuajes horteras y cogorzas antológicas que invaden todo lo invadible. Y niños salpicando, berreando, molestando, incordiando y mil andos más -todos malos- (que sí, que los niños serán el futuro pero a veces el futuro es pesado de narices). O ese imposible dormir cuando toca, que te tumbas a un lado, al otro, y nada, mientras la habitación está más caliente que la cocina de un asador chino. Algo que inevitablemente lleva a dormirse sin querer al sol para pasarte después varios días recordando a las santasmadres de todo el gilibobo que ose tocar alguna parte del cuerpo. Sin olvidar a los millones de mosquitos con complejo de bólido de formula 1 que te adoptan como buffet libre. O a las inocentes medusas que con un simple roce hacen que no te importe que todo el que pueda te mee encima. !Bendita lluviadorada!

Así hasta el infinito y más allá, que todos sabemos lo espeluznantes y terroríficas que siempre son las vacaciones Y sin embargo, deseandito de empezarlas, algo que debería de ocurrir en unas eternas horas de nada. Está claro que algo de masocas tenemos.

Queda el piloto automático puesto. Espero volver a mediados de agosto. Mismo sitio, misma hora.