Capítulo Milésimo segundo: "El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer" (Oscar Wilde, 1854-1900, novelista, poeta, crítico literario y autor teatral irlandés)
Ahora que no me oye nadie (y después de varios años de concienzudos estudios) creo tener ya un detallado diagnostico sobre las distintas patologías que afectan a mi amadísimo jefe:
- Papiromanía: trastorno caracterizado por un deseo consciente o inconsciente de aparentar que tiene muchísimo más que hacer, (más trabajo del que cualquier ser humano sería capaz de absorber) llenando su mesa de papeles, carpetas y/o cualquier cosa que pueda aparentar una actividad laboral desenfrenada.
- Archivofilia: trastorno caracterizado por ocupar gran parte de su tiempo reordenando, revisando y clasificando asuntos ya pasados. Así da la impresión de gran eficiencia, sin hacer nada de importancia.
- Fonofilia: trastorno caracterizado por desarrollar con éxito el difícil arte de utilizar varios aparatos a la vez. Le gustan las luces parpadeantes, los teléfonos, los ordenadores y la internet. Así, mientras está con los juguetitos, consigue no trabajar, aunque su apariencia es moderna y eficaz.
- Gigantismo mesil: trastorno caracterizado por pensar que el poder se mide por el tamaño de la mesa, por lo que exige que la suya sea descomunal. La táctica proviene de los primates y consiste en subirse a lugares altos y rodearse de mucho espacio para marcar distancias con los demás, apabullarles y subrayar el mando.
- Rigor cartis: trastorno caracterizado por un anormal interés en reflejar todo en mapas, dibujos y diagramas, que deja colgados en su despacho para recrearse en ellos haciendo buena aquella definición de organigrama:
gráfico de cuadritos en el que quien lo enseña siempre está arriba.
.. y si mañana no escribo muy probablemente sea porque la oficina del
Inem que me corresponde no tenga todavía
wifi.