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1177. Miércoles, 7 mayo, 2008
Capítulo Milésimo centésimo septuagésimo séptimo: “No hacer nada es la mejor manera de conservar toda la fe en nuestras posibilidades” (Noel Clarasó, 1899-1985; escritor español)Me contaba un amigo que una de las lecciones más valiosas que había aprendido fue la que le dio su abuela un día en que, llevándole a la cocina, cogió una patata del agua hirviendo, se la arrojó a las manos y le gritó: "- ¡vamos, agárrala!" Mientras él hacía desesperados malabarismos para no quemarse, la abuela añadió: “ -no sabes qué hacer con ella, ¿verdad?, pues atento, esto es algo que tienes que recordar toda tu vida. Cuando alguien te pase una patata que te queme, ¡devuélvesela!” Le contaba que una situación difícil de resolver, una pregunta difícil de contestar, es como una patata caliente; durante toda su vida se encontraría con gente listas que fingirían ingenuidad para quedarse a la expectativa respecto a él, tratar de aprender lo que él supiese y observar cómo él resolvía los problemas, personas que piensan que si nos dejan la patata para que sean los demás los que le den vueltas en la mano cuando más caliente está, ya no quemará tanto cuando sean ellas las que la cojan. O bien que al ver cómo se las arreglan los demás aprenderán la manera de manejar la patata sin quemarse. Al fin y al cabo cuando hablas no haces más que repetir lo que ya sabes, pero si escuchas es posible que aprendas algo. Además, hacer que otro coja la patata es más fácil de lo que parece, basta aprovecharse un poco de la vanidad ajena. A mi un “ usted, que sabe mucho más de esas cuestiones que yo, ¿qué piensa?" me ha salvado más de una vez y más de dos de quemarme las manos con alguna patata. decisiones, blog
1176. Martes, 6 mayo, 2008
Capítulo Milésimo centésimo septuagésimo sexto: "En las batallas te das cuenta que los planes son inservibles, pero hacer planes indispensable". (Dwight E. Eisenhower, 1890-1969; político estadounidense)Después de varios años trabajando para los demás estoy pensando en independizarme. Sé que el asunto es arriesgado pero creo tenerlo todo bajo control. El primer paso sería montar una empresa de trabajo temporal que me subcontratara en condiciones basura. El sentido de la iniciativa y la oportunidad por la que se rige el sistema harían que mi yo subcontratante de la primera parte compensara la ansiedad e inestabilidad de mi yo subcontratado de la segunda parte. Lo siguiente sería abrirme un expediente de regulación de empleo que me prejubilara con la indemnización y las ayudas correspondientes. Una indemnización y unas ayudas que invertiría en investigación y desarrollo para ganar en competitividad. Llegado el momento -un par de meses máximo- saldría a bolsa para ver cómo el mercado valora la expectativa y con un poco de ingeniería financiera acabar logrando que, tras la correspondiente opa amistosa, alguna multinacional me absorba. En menos de un año de cabeza al Forbes. Al tiempo. Lo que no tengo muy claro es para qué. economía, blog
1175. Lunes, 5 mayo, 2008
Capítulo Milésimo centésimo septuagésimo quinto: “Hakuna matata” (El Rey León, Roger Allers; 1994)Morirse es caro. Especialmente para quien tiene que pagar la factura, que no suele ser el muerto. Por eso, hoy lunes -un día adecuado para hablar de estas cosas-, y en la habitual línea práctica de " Tantos hombres y tan poco tiempo", van un par de ideas, (siempre sobradamente probadas y debidamente documentadas), con las que poderse sacar algunos euros extras que ayuden a sobrellevar tan difícil (y costoso) momento. Los duelos con pan son menos. Si uno no es demasiado escrupuloso para estas cosas lo mejor es usar las técnicas que trabajan (con excelentes resultados) algunas tribus de indios del Orinoco, en Venezuela: cuelgan los cadáveres en una especie de hamaca durante una semana, y con los líquidos que gotean de ellos en el proceso de descomposición, fabricaban un licor que dicen tener propiedades mágicas. Los venden a precio de oro y se lo quita de las manos. Si, en cambio, hay alguien con algún reparo a la hora de manipular directamente un fiambre (el muerto más revoltoso siempre es infinitamente más fácil de manejar que el más tranquilo de los vivos... y lo digo por experiencia), tampoco hay que desesperarse. Existe un amplio abanico de artículos con los que podemos hacer negocio y que cuentan, además, con la garantía de llevar comercializándose toda la vida. En la Edad Media, las ejecuciones de presos eran la fuente de un particular mercado negro: se comerciaba con las sogas de la horca, que se suponía que poseían abundantes virtudes curativas. También con el sebo de los ahorcados, usado para fabricar velas que, según se creía, podían alumbrar tesoros ocultos; y con la mandrágora, planta considerada la panacea contra todas las enfermedades que crecía, según creencia popular, al pie de los patíbulos después de ser regados con el semen de los ahorcados, sustancia de imprescindible aparición en cualquier ahorcamiento que se hubiera hecho como Dios manda. Naturalmente y dada la complejidad técnica de encontrar a principios de mayo de 2008 algún ahorcado, sus complementos o alguna de sus secreciones, bastará con vender algunos artículos parecidos a los originales usando el convenientemente marketing. Al fin y al cabo, si como dicen las estadísticas en España se gastan al año 12 millones de euros en satanismos y magias negras, mal tiene que ponerse la cosa para que algún crédulo no sea capaz de comprarnos un trozo de poto a precio de oro pensando que es una mandrágora regada con los restos del último " homenaje" que se corrió (y nunca mejor dicho) un ahorcado. Digo yo. economía, ahorro
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